Comentar que durante mi etapa profesional tuve infinidad de agradecimientos de todas las variedades posible, como sucede a la mayoría de los profesionales. En verdad, todos fueron valorados hasta lo máximo; la disparidad del obsequio es lo más normal. Expongo un regalo en forma de verso, muy emotivo para mí, para que lo lean por su bondad y a la vez profundidad.
EL CANTO DEL GRILLO
Cantaba de noche un grillo
cubierto de fino crespón.
Qué importa mi cuerpo bello
si no puedo ser matón.
Capa negra de por vida
altivo mi corazón,
voy arrastrando la herida
séptica de un pisotón.
Canto a la luna
serenata de mi anhelo.
Con letra de regia cuna
implorando estoy al Cielo.
¿Quién cambia el genoma
a éste pobre grillo?
Si alguna vez soy persona
Jamás pisaré un grillo.
Versos de F. Coronil Sánchez para el Dr. Eduardo Sánchez Gómez