Ya inmersos en la presente temporada de caza y como sucede, casi todos los años, aparece la sorpresa, que para no desentonar, es negativa. Esta actividad a medio proteger, no ya con el hombre, en este caso cazador, que se encuentra completamente indefenso, además de asediado de órdenes administrativas. Hasta la saciedad. Hay que cumplirlas y además pagar impuestos cada vez más abusivos.

 Volviendo al tema en cuestión, la sorpresa negativa es el empecinamiento del “populismo” en contra de este deporte, no por el animal en sí, sino por ideología; ahora quieren descubrir nuevas teorías lo que demuestra su ignorancia, que se extiende  a todos los aspectos de la política. Menos mal que están al lado de otros que los enseñan y  les están haciendo madurar y aprender. 

Este  nuevo concepto político que abandera Podemos y sus diversas ramas, lo que  les interesa es su ideario político;  se escudan en la ecología, sobre el proteccionismo animal, nada que ver con sus propósitos encaminados, entre otras cosas, a desmantelar todo lo que se ha establecido como una norma general y social.

El motivo de que la caza vaya disminuyendo, lo tenemos dentro de nuestro entorno y es el mimo cazador. ¿Por qué? Sencillo. Hay que observar todas las normas y lo primero que hay que respetar es el cupo y los días convenidos que son aptos para cazar; todo socio debe cumplir con el máximo respeto hacia sus compañeros. Se sabe que en cada Sociedad de Cazadores existen unas pautas internas para realizarlas, y lo nocivo es, que existen unos cuantos “depredadores” que las incumplen, aunque lo más gracioso es que todos sabemos quiénes son.

Cuidar la naturaleza, recoger las vainas de los cartuchos, respetar árboles, frutos, etc., es fundamental para mantener el ecosistema y, sobre todo, perpetuar este deporte de fuerza e importante para la salud, ya que colateralmente se realiza una intensa actividad física primordial para ella.

Para concluir, comentar que cada vez la “regulación” de la caza es más exhaustiva y más prohibitiva, lo que está dando lugar a que bastantes compañeros dejen esta actividad cinegética. Hay que seguir en la lucha contra todo oponente a este ejercicio deportivo, que además de remunerar a zonas rurales, también es beneficiosa para la mejora de la Naturaleza, que nos ayuda  de una manera incondicional a mantenernos en el Mundo.

Por último, comentar la actuación de algunos partidos políticos que aprovechan esta oportunidad para desprestigiar el noble arte de la caza. Me refiero al vídeo en donde una rehala de perro, varios de ellos y un venado caen por un barranco. Es una lucha en la  que el perro desarrolla todo su instinto natural. La manipulación que se hace de la caza viene desde lejos con los “podemitas” a la cabeza. Mejor sería que miraran otros problemas que existen en España y que lo único que saben es agravar y recrudecer.