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Ayer leía, como si fuera una película de ciencia ficción, el suceso acaecido en el hospital  Valme de Sevilla, cuando una joven recién había dado a luz, fallecía en un trágico accidente en el ascensor que la trasladaba a su habitación.

Lo que no está claro es cómo sucedieron los hechos. Lo lógico es pensar que el celador está siempre al lado de la paciente, y es éste el que pulsa los botones del ascensor, por sí solo el ascensor no toma ninguna iniciativa, o sea no se pone en marcha. Cómo puede ser que el celador no pudiera asir a Rocío en algún momento.

La justicia tendrá que trabajar lo suficiente para esclarecer los hechos. El fallo siempre es humano, aunque sea el ascensor el “culpable” y pasara los controles reglamentarios. Por supuesto, como no podría ser de otra manera, presunción de inocencia para todos hasta que la ley se pronuncie.