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El último guión de película protagonizado por el cine español, ha tenido lugar en la concesión de los  Premios Goya en su 28 edición, que más que una ceremonia de entrega  de galardones, parecía un mitin político. Qué diría el señor “Lucientes” si levantara la cabeza.

Este acto del cine español no tiene razón de ser en la entrega de estos premios. A  los que nos gusta el cine, está claro que no pusimos la televisión, pues ya se sabía el tratamiento que se iba a dar.

Los actores que no quieren la fiesta nacional, con el clan Bardem a la cabeza, argumentan  que la estocada a un toro es sinónimo de  hacer sufrir al animal y por tanto debe prohibirse. Mejor sería que los cineastas mejorasen en las escenas amorosas, entre ellas, la  “de cama”, que más que acto sensual, lo convierten en una “lucha fratricida” hasta la “estocada” final, escenas que “hieren”  la vista  de los espectadores, que saben discernir entre lo bien hecho y lo nefasto.

Es difícil valorar estas situaciones,  pues a pesar del tiempo que llevan realizando estas secuencias no han mejorado, por lo que debería instaurarse becas Erasmus,  que permitiera ir a  Estados Unidos, Francia, incluso países nórdicos de Europa, en donde se tratan mejor estas situaciones que la hacen más atractiva y erótica,  para que se cultiven en este arte.