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         Esta mañana  han llegado a España procedente de Katmandú (Nepal), los primeros 44 españoles evacuados tras el terremoto que tuvo lugar en dicho país. Lo hicieron en un vuelo comercial en donde igualmente  se encontraba el ministro de Asuntos Exteriores y  Cooperación, José Manuel García-Margallo.

 

La noticia ya es sabida y no es ninguna novedad, pero el motivo es para hacer un pequeño comentario del periodismo anodino y vulgar, por no decir mediocre,  que se desempeña en España. Escucho la COPE que es la emisora menos contaminada que tenemos.

         Pregunta Ángel Expósito al corresponsal que cubre el vuelo de regreso  de los españoles de Nepal a su llegada a Torrejón de Ardoz (Madrid), de cómo ha transcurrido el vuelo. “Venía un bebé muy pequeño”, explica el reportero.  Desconocía que un bebé fuera grande. “Cuando subieron al avión que los trasladaba se durmieron, pues estaban hechos polvo”, continúa.

         Después de escuchar estas frases con un  vocabulario tan pobre, con lo rico y diverso que es el castellano, se ve que el país está atravesando una crisis, no económica, sino cultural y de valores, en donde todo está bien y no existe quien argumente lo contrario. Los que tiene la misión de divulgar lo hacen al  ritmo  de lo que se está viviendo, y eso es peligroso. A este paso seguiremos creciendo hacia abajo  sin ver  la profundidad a la que podríamos llegar.

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