Susana Díaz, a lo largo del tiempo que lleva de mandato está demostrando que es poco veraz. Cómo se puede aceptar a una persona adoctrinada por dos defraudadores e imputados, como Chaves y Griñán, ambos en manos de la justicia y que ha convivido con ellos en los despachos en donde se amasaron los ERE.

Son sus mentores y sus maestros, la han puesto en un cargo de mucha responsabilidad, que debe intentar por enésima vez, cambiar el desastroso rumbo de la autonomía andaluza.

Hasta ahora sigue haciendo promesas, como hacen todos los políticos una vez tienen el mando. De  renovación, todo sigue igual de lo mismo.

Si ahora Andalucía no despega, seguirá hundiéndose y de rebote arrastrará a España. De Ciudadanos y Podemos, los neófitos, mejor no hablar, más de lo mismo. Promesas y al final unos u otros harán que tenga lugar la tan esperada investidura, lo que sería un nuevo fracaso, ahora con más comensales a repartir. No obstante, aún no se han definido estos nuevos partidos, habrá que esperar para pronunciarse en un sentido u otro. Hay que hacer una advertencia,  si algún partido político se asocia con los extremistas de Podemos, saben lo que les espera.