Se ha demostrado a lo largo de  siglos de nuestra hegemonía, que en España se gestiona mal la política. No se ha aprendido de tiempos pasados o bien se evita.  Después de tantos años, de la ansiada democracia, en vez de avanzar, como es lógico lentamente, hemos retrocedido y seguimos en la misma dinámica. Debutamos con una bicefalia y seguimos igual, derecha e izquierda, como se dice en nuestro país, los buenos y los malos, es decir, “tanto monta monta tanto". Seguimos igual, y si existe una nueva opción política, la ciudadanía observa que no es una alternativa diferente, ya que la primera proposición es quitar todo lo que se ha hecho, sea bueno o malo  y rectificarlo, no con ideas renovadas, diferentes,  sino con un continuismo.

 

 Hablando con un amigo norteamericano, me comentaba que teníamos una paciencia ilimitada.”O sea, no gobierna al que se vota”, me expone. Pues algo parecido es lo que ocurre últimamente y entiendo, es la causa de la paralización del progreso. Los votos debieran ser la mayoría para gobernar y nada más, pero aquí, es la suma de varias minorías las que se unen, sin ningún criterio,  para llevar a los españoles a donde nos encontramos.

Haciendo referencia al léxico o terminología de las palabras de los periodistas, Fernando Jáuregui contestó a varias preguntas sobre la situación política en España. En concreto  de las elecciones catalanas del 27-S, indicando que espera que al día siguiente de las elecciones:"Artur Mas sea un cadáver político". Asimismo, en la Cope, opinando sobre el momento político actual, dijo de Mariano Rajoy, “MR es un cadáver político”, pienso que este señor está algo desfasado o la edad le juega “malas pasadas”, la frase “cadáver político”, me parece una frase grosera,  malsonante, que la ha repetido en varios actos en los que ha tenido la libertad de expresarse. La denominación de Mariano Rajoy, como MR, es insolente, parece que se está hablando de acontecimientos poco serios.

El periodismo sigue los mismos pasos de los políticos, pero con su ideología,  y  con un vaivén dependiendo del gobierno que  haya.  El ejemplo está en el citado comentarista político  Jáuregui, ha trabajado en diversos medios, en sus inicios socialistas y ahora en la Cope. Debemos pensar que esta emisora ha ido modificándose en sus ideas y sus periodistas. Ahora la mayoría se han ido de sus cadenas,  de distinta forma que pensar que la Cope,  y se han situado en ella, como los Paco González,  Manolo Lama, Carlos Herrera… y han desplazado a los “oriundos”.

El periodista se ha ido distorsionando en razón de la situación económica y de sus empresas. Éstas últimas, están ejerciendo entre sus informadores una situación desestabilizadora y jerárquica, en el que unos pocos tienen copado todo el territorio nacional. El resto  deambula buscando otras firmas para poder subsistir, aunque no estén acorde con sus ideales.

 

  En la actualidad, no se impulsan los valores de antaño que iban unidos hasta el término de la actividad. Escuché a una locutora de radio, da lo mismo  nombre y  cadena a la cual sirve, opinando con un habitante del pueblo, sobre lo acaecido en la presa de  Torrejón, donde fallecieron 54 trabajadores en accidente laboral. “Como era la época de Franco, se les dio una indemnización para acallar el suceso”, manifestó la periodista. Con estas frases lo único que se hace es alentar a la ciudadanía y continuar con el ensañamiento moral. El revivir todavía la etapa de Franco es de lo más absurdo y más,  si es por un periodista, donde una de las premisas más importante es el rigor. De lo  expuesto se deduce que el periodismo es un elemento destacado en el declive de España.

He extraído un párrafo de  Ortega y Gasset, de su libro “La rebelión de las masas”,  en donde razona sobre la actividad política. “Cuando hace no más de treinta años los políticos peroraban ante las multitudes, solían rechazar ésta o la otra medida del gobierno, tal o cual desmán, diciendo que era impropio de la plenitud de los tiempos (completa madurez de la vida histórica). “Todavía no ha sucedido el por fin”. Es curioso recordar que la misma frase aparece empleada por Trajano en su famosa carta a Plinio, al recomendarle que no se persiguiese a los cristianos en virtud de denuncias anónimas”.

Es interesante sea leído por los gobernantes, para que tengan en consideración la realidad de la ciudadanía y por ello no estamos al margen de los acontecimientos que ellos realizan En España se está demostrando que no es tan importante el cambio político y que hacer hincapié en  aspecto “sociocultural”.

 

 

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