Una vez visto el resultado de las elecciones generales 2015, la conclusión es, que los españoles no saben lo que quieren. Se cansan de todo. El bipartidismo, que según parecía era el prototipo de política  “a la española”, ha sucumbido ante el cansancio del país “soberano”. El periodismo ha jugado con todas las posibilidades posibles a “su alcance” de dar un resultado, y no han dado en nada parecido, con el resultado final de las elecciones generales. Han actuado como si se tratara de un sorteo de lotería. Se demuestra de esa forma lo precario  del intelecto  español.

El PSOE antagonista ideológico del PP, dice sin ver la mejoría de España en lo económico, que va a votar en contra a la investidura de Mariano Rajoy. Es, lo quos, Mas, CUP, e todos los canales de comunicación han elaborado sin rigor, decir que Rajoy no comunicaba, pero nada decían de la mejora económica o la transmitían de manera transversal. 

Se sigue jugando a la política como a la lotería por si alguna vez acertamos, cosa un tanto difícil, porque no sabemos ni jugar y la inanición de la ciudadanía lo propicia.

La CUP si, la CUP no, a la investidura de Mas. A qué jugamos. Todo depende de “don dinero”.  Ahora dicen que si, a cambio de  unos cuantos millones de euros. No se debe permitir esta lucha de los políticos por el poder y no por la ciudadanía.

O sea, más de lo mismo, como si se tratara ser partidarios del Real Madrid o del Barcelona, cuando pasen unos días todo igual, y los partidos ganadores a “vivir”. El resto, a seguir llenado los corrillos tertulianos de charlas de fútbol, política, cambio climático, etc., pero agotados porque  no se sabe decidir  qué actitud tomar o que opción, por la mínima formación que existe y que propicia la absoluta libertad para que actúen los dirigentes.

La historia tiene un pasado y hay que respetar. Viene a raíz de la nueva idea de la alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, que ahora se le ocurre cambiar los nombres de algunas calles de ésta ciudad. Pensemos que cada persona vivió en su tiempo y por mucho que se quiera olvidar, está ahí. Es tal la ingenuidad, que la izquierda cree que quitar es sinónimo de olvidar, pero lo hacen por sus votantes, los mandatarios son “listillos” en estas artes.

Como punto final, comentar que en un mismo artículo de opinión, podrían introducirse temas diferentes siempre en consonancia con el principal, aunque terminen con distintos criterios. Me parece oportuno y relevante ponerlo en comunicación, por si existe alguna opinión, para sacar alguna conclusión.