Estar unos días sin ver la TV ni leer la prensa escrita, es decir, sin nadie que te amargue la existencia, es preceptivo en ocasiones. No obstante, se percibe lo suficiente para darnos cuenta de que estamos inmersos en “El gran teatro del mundo”, en donde cada cual tiene anhelo por algo o hace de su vida un patrimonio según sus necesidades. Igualmente, se engancha a la picaresca poniéndose el mundo por montera.

El estar ausente de primicias, la inmensa mayoría negativas, es un bien para el cerebro humano, siempre con ojo avizor como los perros de caza, a ver por donde la van a atacar esta vez, ya que esto es interminable, nunca concluye, debe ser una constante de la vida.

Es lamentable vivir en estas circunstancias. Todos somos conscientes de esta situación, lo que ocurre es que no sabemos o no podemos darle solución. Bueno, parece ser que todo va a acabar con la llegada de nuevos actores que van a solventar este conflicto que existe, aunque la diferencia está en que habrá que aprender nuevas estrategias para saber por dónde te arremeten, lo cual complica otra vez la existencia en nuestra conducta diaria.

Lo positivo en la política española es la disminución del paro con un empleo precario, hasta cierto punto lógico, debido a la poca formación que existe en nuestro país, cuya base es la construcción y la hostelería. Existe una adinamia generalizada de la juventud en la búsqueda de trabajo de tipo intelectual, al que los españoles somos poco dados, y en otra faceta, también les cuesta salir de la casa de los padres y más aún, irse al extranjero.

No obstante, en nuestro país, acceder a cometidos u ocupación de patrón intelectual es bastante complejo, por la lucha por el “poder” que existe en estos entornos. Un ejemplo lo tenemos en Juan Goytisolo, fallecido hace unos días en Marrakech. Se marchó de España porque sus compañeros lo trataron, como hoy, de heterodoxo, ya que no aceptaba las reglas de juego. Ocurre igual que en el periodismo científico en donde el investigador trabaja de acuerdo con unas pautas aunque no correspondan con las ideas de su proyecto, y él asimismo, admitirá las de sus compañeros.

Como siempre, nos ocupamos de cosas triviales, y sin embargo, no se quiere ser objetivo con lo que se palpa, en este caso la mejora de la economía. Es más fácil, llevar a cabo una moción de censura sin que existan alternativas, que unirse todos los grupos políticos para procurar una mejora de la ciudadanía, la cual está huérfana desde el punto de vista político, económico y social.