Ha tenido que llegar un virus para demostrar la poca eficacia  y incapacidad del Gobierno para resolver el tema del coronavirus. El rostro de Pedro Sánchez cuando lo vemos en TV es un "poema" que hace pensar a la ciudadanía las dudas que tiene, a la vez que demuestra desconfianza y  poca empatía.

Es intolerable lo ocurrido con los test traídos de China que han demostrado  su poca fiabilidad, y a la vez, poco respeto hacia el pueblo español en la gestión sanitaria. Tuvo que ser el Gobierno de China quien dio la voz de alarma del fraude de los test. El hecho es gravísimo y demuestra la poca experiencia de los dirigentes. Los diferentes partidos políticos tanto afines al Gobierno como no, censuran su acción que interpretan de inexplicable y sorprendente. Sobre la falta de material sanitario, incluso para los profesionales, lo vemos a diario. Mejor no explicar.
Las manifestaciones que ha dado no son creíbles ni sensatas dado sus antecedentes, de no decir la verdad y ser inconstante en sus decisiones lo que crea gran desasosiego en la ciudadanía. 

Respecto a este tema de los test, hacer  un comentario rápido y sencillo. Desde que se realizan más, aparecen más contagiados. Lógico. Con anterioridad, al no realizarse, bastantes pacientes asintomáticos no fueron detectados por lo que el contagio fue en aumento y por tanto el número de infectados; esta tardanza en el manejo de los test ha sido clave del   incremento en todas sus variables. Se vuelve a demostrar la poca pericia del Gobierno que siempre va por detrás de los acontecimientos. 

No se puede pasar por alto los incontables errores que están cometiendo. El primero permitir la manifestación del 8M, una negligencia grave sabiendo de la existencia de la virasis. Ahora el Gobierno dice que lo aurorizaron las CC. AA.;  la distribución del material  sanitario lo centraliza éste –no deja a las comunidades- y la manifestación que es más grave la consiente, no tiene sentido dichas explicaciones.

¿Se puede evidenciar más la poca destreza al convocar dicha concentración? Encabezaban la marcha: la vicepresidenta Calvo, la ministra  Darias, Begoña Gómez, esposa del Presidente y la madre de éste  Magdalena Pérez-Castejón, además  de Irene Montero, lo que demuestra, por razonamiento lógico, que la idea partió de Pedro Sánchez. Repito inconsciencia y falta de formación. ¿Qué sucedió? Lo más razonable, dieron positivo en el test del coronavirus.

Los ciudadanos cumplimos con el confinamiento, imprescindible para terminar con esta tragedia. Sin embargo, tanto Sánchez como Iglesias acudieron a la Moncloa en vez de guardar la cuarentena, ya que lo que manifestaron carecía de importancia, según lo visto con posterioridad.

Ahora toca arrimar el hombro a todos y se está cumpliendo, aunque siempre existe un “necio” que rompe la estadística de estar todos unidos. Una vez pase esta “pesadilla”, habrá que aclarar bastantes cuestiones que han tenido cierto oscurantismo que podrían llevar a solicitar responsabilidades penales, incluso plantear una moción de censura, dada la gravedad de cómo se ha llevado la gestión del coronavirus y como continúa.