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El trastorno bipolar (TB), llamado asimismo síndrome maníaco depresivo, define a las personas que son proclives a cambios considerables en el estado de ánimo, con alternativas, a veces síntomas depresivos y en otras ocasiones episodios maníacos, o sea, momentos de alegría y euforia. Estos pueden ser recurrentes o producirse en escasas ocasiones. Es una patología crónica y se hereda entre el 65 y 80%. Ha recibido diversas denominaciones, como “depresión maníaca” Está en el grupo de enfermedades psicóticas, que son las que tienen una percepción irreal de la vida.

 Estas enfermedades mentales han cobrado más protagonismo en los últimos tiempos, aunque el alzheimer es más relevante desde el punto de vista social, incluso llevada al cine en películas como “Siempre Alice” o “Y tú quién eres”. Otra enfermedad psicótica como la esquizofrenia, han sido plasmada en películas: “El rey pescador”.

En épocas anteriores el TB era uno de los síntomas que podían derivar de la esquizofrenia, que significa “mente escindida”, pero en la actualidad se le ha dado entidad propia, aunque no son independientes. El origen del TB se desconoce aunque existen dos hipótesis: alteraciones en el cerebro y causas genéticas. Es más habitual en pacientes que tienen un familiar de primer grado con antecedentes de enfermedad mental, como padres o hermanos.

Síntomas

Existen varios tipos de TB, unos leves y otros más graves, incluso peligrosos con periodos prolongados de depresión que provocan deterioro en la persona. Suele aparecer en adolescentes y niños, aunque en ellos pasan desapercibidos con cambios rápidos en su estado de ánimo que son diferente a las formas anímicas habituales. En ocasiones, esta psicosis necesita internamiento hospitalario.

La TB se manifiesta de formas distintas según la etapa en que se encuentre. En la maníaca o de euforia, necesitan dormir menos, más actividad de la normal, verborrea, comprar de manera compulsiva, tomar decisiones equivocadas, etc.

Cuando pasan al ciclo depresivo, los síntomas pueden afectar a su quehacer o trabajo diario. Y se manifiesta por: obsesión, delirio, melancolía, dormir demasiado o insomnio, pedida de interés, adelgazamiento o aumento de peso, tristeza, incluso llegan al suicidio. Existen algunos ejemplos: la escritora y poeta estadounidense Sylvia Plath se suicidó a los 30 años, Virginia Woolf la escritora más importante del siglo XX, se arrojó al rio Ouse, Hemingway se mató de un disparo, etc. Igualmente la padecieron: Tennessee Williams, Juan Ramón Jiménez, José Agustín Goytisolo, Balzac o Tolstoi,

“Alrededor del 30% de los enfermos que padecen TB se suicidan”, manifestó para ABC, el escritor Rafael Narbona, cuya novela”Miedo a ser dos” , está dedicada a su hermano que se suicidó.

Como en la mayoría de las patologías se encuentran factores de riesgo. En el TB los más destacados son: el exceso en la toma de alcohol y drogas, factores traumáticos, como la muerte de un familiar o factores genéticos, es decir antecedentes emparentados. 

Respecto a las complicaciones, esta complicaciones, esta enfermedad tiene un campo amplio en varios aspectos de la vida, como las alteraciones en las relaciones humanas, surgen problemas ec

onómicos y lo más grave, el suicidio. Se ha comentado con anterioridad varios de ellos conocidos, pero hay otros más: la poetisa argentina Alfonsina Storni, Anne Sexton, poeta estadounidense, Pedro Casariego (Pe Cas Cor) a a los 37 años se suicidó arrojándose a las vías del tren o Alfonso Costafreda, poeta. Con esta enfermedad aparecen otras como: Hiperactividad, cambios en la alimentación, adicción a drogas o alcohol, ansiedad, etc.

Como en la mayoría de las enfermedades es fundamental hacer un diagnóstico precoz, para evitar que los síntomas empeoren y que los episodios sucedan más tardíamente.

El TB se confunde con frecuencia con la esquizofrenia, por lo que es necesario hacer un diagnóstico diferencial. El TB como india su nombre son dos polos opuestos: la manía y la depresión. Existen subidas (manía o hipomanía), como bajadas (depresión). Existen varios tipos dependiendo de la gravedad de los síntomas.

Referente a la esquizofrenia, se caracteriza por efectos delirantes, alucinantes, incapaz de descifrar el estado real en el que vive, mientra que en el TB es un trastorno afectivo en el estado de ánimo. Los síntomas de la esquizofrenia abarcan desde el delirio, alucinaciones, hasta el abandono en el aseo personal, apatía, tristeza, etc.

Tratamiento

Lo principal es hacer un diagnóstico precoz, aunque la enfermedad no se pueda prevenir, pero mejora y hace que los brotes psicóticos sean más espaciados. El tratamiento médico se realiza con psicofármacos que comienzan en 1952, con los antipsicóticos, también utilizados para la esquizofrenia. Algunos de estos fármacos fueron desterrados por sus efectos secundarios.

Se han vertido muchas líneas sobre la sedación. El médico ingles James Davies ha demostrado que el tratamiento farmacológico, basado en las sedación no mejora esta patología, pero beneficia al sector farmacéutico. Lo que hace es enmascarar la verdadera enfermedad.

Si la terapia con psicofármacos no es efectiva se recurre al electrochoque, en muy pocos casos, que consiste mediante una descarga eléctrica producir convulsiones. Esta terapia fue muy utilizada pero ya está en desuso excepto en casos excepcionales. Anteriormente se ha utilizado, sobre todo, en esquizofrenia y estados catatónicos, es decir cuando existen alteraciones en el movimiento voluntario y en la mente. Actualmente se aplica en depresiones graves o trastornos maníacos.

En diversas formas de TB, se necesita el apoyo de un psicólogo. Por último, comentar que hay que destacar no dejar el tratamiento ni un solo día, al no ser que lo indique el médico,ya que sin él no habría mejoría.