Al igual que todo va evolucionando o transformando, gracias al ser humano, llamado “Homo sapiens”, esta innovación se transmite a todos los estamentos, bien sean políticos, religiosos o socioculturales. Por qué está la religión en su etapa final, lo más lógico, por el “hombre”, que determina con aciertos o desaciertos el devenir de lo que sucede en este Mundo.
Físicos de la Universidad de Arizona y Corporación Científica para el Avance de la Ciencia (EE.UU), reunidos en Arizona, han llegado a la conclusión tras un estudio matemático, que se aproxima el fin de la religión. Se fundamenta en que para la ciudadanía es más sencillo no creer que hacerlo. La investigación se ha realizado en zonas donde la religión lleva instaurada más de un siglo, como Australia, Austria, Canadá, República Checa, Finlandia, Irlanda, Países Bajos, Nueva Zelanda y Suiza. La técnica del estudio se ha basado en una mecánica no lineal, que evalúa una gama de fenómenos físicos que se interconectan con otros factores distintos.
Existen estudios contradictorios, por ejemplo, Eduardo Punset, lo relaciona con la política y expresa que es difícil que vaya de la mano con la religión. Un Gobierno no puede regir con las normas características propias del reino eterno de los cielos. En contra de esta teoría, Robert Rowthorn, científico de la Universidad de Cambridge, ha publicado un trabajo en le revista Proceedings of the Royal Society B que declara que las personas religiosas tiene un mayor número de hijos. Según este modelo en un futuro afectaría a la evolución genética humana y, por tanto, a la “estructura biológica” de la sociedad. Las creencias y valores predominan sobre la estructura biológica, teoría que fundamenta que las personas más creyentes tengan más hijos.
Los gobiernos asumen un papel importante en la continuidad o no en las creencias religiosas. Las democracias, llevadas a límites extremos, la desprestigian. Se ha sabido que antes la religión era poder y es así, pues los políticos se encargan de suprimirla para bien de su proyecto. Lo más próximo en nuestro país, son los reiterados anuncios de la izquierda de romper los Acuerdos con la Santa Sede, como la campaña amparada por la Junta de Andalucía para quitar a la Iglesia católica la titularidad de la Catedral-Mezquita de Córdoba, como los ataques perpetrados por grupos minoritarios en la catedral de la Almudena en Madrid o Nuestra Señora del Pilar en Zaragoza.
El cansancio de la sociedad debido a la carrera vertiginosa que llevamos, no tiene tiempo de pensar, sedimentar sus ideas, por lo que la reflexión es inexistente y por tanto no invita al recogimiento, originando un vacio de todo lo que hace referencia al sentimiento religioso.