Sustancia negraFue descrita por primera vez por James Parkinson en 1817, a la que debe su nombre; en general se daba en pacientes, la mayoría  varones y en edades comprendida entre los 50 y 70 años. Los signos más notables eran el temblor y la rigidez muscular, y en ocasiones afectación mental.

“El cuerpo humano, ese gran desconocido”, se puede afirmar respecto a la enfermedad de  Parkinson, muy conocida y a la vez desconocida en su origen y tratamiento. Existen varias alternativas terapéuticas lo que significa que todavía no existe una definitiva. Es progresiva y crónica, clasificada en el grupo de las neurodegenerativas, es decir que afectan a las neuronas cerebrales, como son el Alzheimer, la atrofia muscular espinal, la enfermedad de Huntington, ELA (esclerosis lateral amiotrófica), etc.

 La edad de comienzo se da entre los 50 y 70 años, siendo más frecuente en hombres que en mujeres. No tiene por qué darse en miembros de una misma familia. Después del alzhéimer, el párkinson es la enfermedad neurodegenerativa más generalizada afectando alrededor de 1 por cada 1000 personas; en España son 160.000. Como se dice: “El párkinson no mata, pero te quita la vida”.

¿Qué son las neuronas?

 Son las células que componen el sistema nervioso en toda su extensión, cerebro y médula espinal. Es importante saber que éstas, una vez que mueren no se reproducen y es lo que empeora los resultados. 

Lo que caracteriza a esta enfermedad es la dificultad en el movimiento voluntario y sucede porque las neuronas no fabrican un componente en el cerebro conocido como dopamina.

¿Qué es la dopamina?

Fórmula de la dopaminaLa dopamina es un neurotransmisor  que usan las neuronas para poder  tener conexiones entre ellas. Se origina en el cuerpo humano, pero también existe la forma sintética, la levodopa (L-DOPA). Sus funciones son varias: nos da sensaciones de felicidad, placer, realizar actos positivos, interés, regula el control de la impulsividad, nps facilita el aprendizaje, etc. Su ausencia  ocasiona, ansiedad, depresión, apatía y adicciones, entre otras.

Síntomas

Comienzan de forma lenta y de un modo diferente en cada paciente,  y siempre en relación con el movimiento (ataxia); se inicia en una parte del cuerpo, derecha o izquierda, que más tarde se generaliza. Aparece temblor en diversas zonas, como manos, brazos, piernas, que se van extendiendo a otras, como mandíbula y cara. El temblor no es sinónimo de párkinson, pues existen pacientes que no tienen esta patología. Otra manifestación es la rigidez muscular en miembros superiores e inferiores, así como la pérdida del equilibrio y lentitud de movimientos (bradicinesia). En general, aparecen 15 o 20 años después del comienzo de la enfermedad.

Los síntomas con el tiempo se agudizan impidiendo la deambulación e incluso las labores habituales diarias. Se asocian también: trastornos del sueño, depresión, imposibilidad para tragar, masticar, etc.

Diagnóstico

El diagnóstico precoz es fundamental para retrasar la aparición de los síntomas y así tener mejor calidad de vida. Se basa principalmente en la anamnesis, o sea un historial clínico en donde se recogen: motivo de la consulta, síntomas que presenta, antecedentes familiares, enfermedades previas del paciente y valoración psicológica. Posteriormente se realiza una exploración  neurológica y, como estudio complementario, una TAC y una resonancia magnética. No existe ninguna prueba específica para detectar este padecimiento. En la actualidad el diagnóstico se basa en  la sintomatología clínica. Tratamiento

No existe terapia definitiva para evitar esta patología. Se encuentran fármacos para mejorar los síntomas, como la L-DOPA. Otros preparados son la amantadina para tratar el temblor, y se agregan antidepresivos, antihistamínicos, bromocriptina, etc. En general el tratamiento es individualizado para cada  paciente. Es recomendable la realización de ejercicios físicos de manera rutinaria.

Otra opción, todavía en periodo inicial y en casos muy estrictos es la cirugía, que consiste en la colocación de electrodos en el cerebro.

 Signos que nos pueden indicar el comienzo de la enfermedad de Parkinson

  1. Uno de los primeros indicios es el temblor en dedos, manos, miembros inferiores, o bien contracciones. El temblor asimismo, es habitual después de hacer ejercicios o por efecto de algún medicamento.
  2. Cambio en la forma de escribir, sobre todo letras más pequeñas (micrografía) y que aparece de manera imprevista. Estos cambios igualmente surgen por el envejecimiento, por pérdida de visión o alteraciones óseas en las manos.
  3. Se pierde el olfato (anosmia), aunque sucede conforme se avanza con la edad.                                                                               
  4. Inseguridad en el andar, con pérdida de equilibrio.
  5. Se empieza a hablar más bajo de lo normal o disfonía (voz apagada o susurrante). 
  6. Hipomimia (falta de expresión facial), cara de “máscara”,  con problemas  para parpadear o reír.
  7. Ocurre también en los pacientes con catatonía (enfermedad  psiquiátrica con alteración en los movimientos).
  8. Encorvamiento excesivo de la espalda; sucede igualmente con el envejecimiento.

La Organización Mundial de la Salud ha establecido el 11 de abril el Día Internacional de la Enfermedad de Parkinson, en memoria de James Parkinson quien descubrió esta patología. “La padece 1 de cada 1000 personas y suele comenzar en la edad media de la vida; de igual forma la padecen los niños”, explica el doctor Hernán Pavón (MN 83017), médico neurólogo del departamento de Neurociencias del Hospital Alemán (Buenos Aires). “Su origen no está claro, aunque se están produciendo avances. En una región del encéfalo que se conoce como sustancia negra (en latín, nigra), se originan pérdidas de neuronas y una reducción de un neurotransmisor, llamado dopamina, que es primordial para la función del movimiento”, manifestó el doctor Pavón.

Es importante hacer un diagnóstico diferencial con otras afecciones con síntomas similares, como el ictus, tumores cerebrales, tratamientos con fármacos y con otra entidad conocida como temblor esencial”, asegura Pavón.

  1. “El desarrollo de esta patología es diferente en cada enfermo”, afirma el Dr. José A. Obeso Inchausti neurólogo de la Clínica Universidad de Navarra. “Lo que conocemos es que el párkinson se origina por distintos motivos. Existen casos genéticos conocidos y otros casos desconocidos que atacan a la neurona. Hoy en día se está progresando en la enfermedades neurodegenerativas y más en las dudas que representa la causa de la muerte de la neurona”, matiza el Dr. Obeso.

    En el Congreso de la Sociedad Española de Neurociencias celebrado en Granada en 2015, se presentaron los últimos avances en el tratamiento de la enfermedad de Parkinson. José Luis Lanciego de la Universidad de Navarra fue el coordinador y se habló de la nueva terapia génica cuyo objetivo es transformar los genes que regulan los circuitos alterados. Los investigadores han encontrado hasta 18 genes que intervienen en su proceso; el origen génico de esta patología afecta a un 5%, sobre todo en jóvenes. Es una de las vías principales de investigación que se sigue en la actualidad.