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Ser médico por encima de todoCuando llega la edad de retirarse de las labores establecidas, guiadas, aceptadas o no, es la edad cronológica, la que marca el capítulo de la jubilación. ¿Qué es la jubilación? Apartar a una persona de su trabajo, bien por la edad o por otra eventualidad. Hablamos de la generalidad. Existen casos en que por la calidad de vida en el desarrollo existencial, madurez, enfermedades, movimientos geográficos o agotamiento físico-psíquico, hay que abandonarla prematuramente.

Porqué no establecer para jubilarse una edad para cada actividad. Y dentro de ésta para cada especialidad, subespecialidad y así sucesivamente. El pensador se jubila con la muerte ya que lo suyo es enseñanza para los demás e interviene de manera transversal en la persona.

Pues sí. La vida sigue dentro de unas normas implantadas y cada ente es temeroso de la sociedad. Normalmente las personas te atienden, te alaban, te encumbran, porque de ti dependen directa o indirectamente su bienestar. El pensamiento razonado no admite extravagancias, no es elástico, es milimétrico. Sin embargo, no debe olvidarse la intuición.

¿Qué es la vida? Después de tanto tiempo aquí, diría que la vida es todo. ¡Cuando comes¡   Esa es la vida. ¡Cuando duermes¡ Esa es la vida. ¡Cuando sufres¡ Esas es la vida. Si te diviertes. También esa es la vida. Como las palabras, son momentos cortos de sensaciones positivas o negativas. Lo difícil es a dónde nos leva e incluso su significado. Nos lleva a la muerte en el sentido somático y sincrónico del tiempo, en otro sentido, sin dogmatizar, existe una incógnita.

El profesional médico ha perdido perspectivas. Ha abandonado o descuidado el “sabor clínico”. Lo que un día se llamó, “La medicina basada en la evidencia”, ha caído por su propio peso. El exhaustivo uso de medios técnicos, muy costosos, esperando encontrar algo en cualquier exploración, está provocando el declive de la medicina. Lo útil es utilizar un método exploratorio para corroborar el diagnóstico reflexionado. La medicina requiere sensibilidad, no solo es el acto de curar, sino el soporte humano. Es necesario empatizar con el paciente, saber de él, conocerlo, saber su personalidad, actitud social, profundizar en sus pensamientos, todo enfocado a su conocimiento para ver la norma a seguir. Se precisa leer a grandes pensadores, filósofos y humanistas sobre todo.

Una buena preparación es fundamental. Que el paciente salga de la consulta convencido de que se va a curar o incluso salir curado, “efecto placebo”. Esto no está al alcance de cualquier profesional, no todo galeno tiene esa capacidad. Están los curanderos que sin hacer grandes esfuerzos, sólo hablando, “sanan” al paciente.

           La fe es una palabra corta pero con un amplio significado y multitud de interpretaciones. Es una sucesión de “retos”. Conocer lo desconocido, lo que nos mantiene en vigilia. Una vez que lo alcanzamos, nos marcamos otro reto y así de forma continuada. Es un ciclo vital, con diferentes connotaciones.

Cuando llega la edad de retirarse de las labores establecidas, guiadas, aceptadas o no, es la edad cronológica, la que marca el capítulo de la jubilación. ¿Qué es la jubilación? Apartar a una persona de su trabajo, bien por la edad o por otra eventualidad. Hablamos de la generalidad. Existen casos en que por la calidad de vida en el desarrollo existencial, madurez, enfermedades, movimientos geográficos o agotamiento físico-psíquico, hay que abandonarla prematuramente.

Porqué no establecer para jubilarse una edad para cada actividad. Y dentro de ésta para cada especialidad, subespecialidad y así sucesivamente. El pensador se jubila con la muerte ya que lo suyo es enseñanza para los demás e interviene de manera transversal en la persona.

Pues sí. La vida sigue dentro de unas normas implantadas y cada ente es temeroso de la sociedad. Normalmente las personas te atienden, te alaban, te encumbran, porque de ti dependen directa o indirectamente su bienestar. El pensamiento razonado no admite extravagancias, no es elástico, es milimétrico. Sin embargo, no debe olvidarse la intuición.

¿Qué es la vida? Después de tanto tiempo aquí, diría que la vida es todo. ¡Cuando comes¡   Esa es la vida. ¡Cuando duermes¡ Esa es la vida. ¡Cuando sufres¡ Esas es la vida. Si te diviertes. También esa es la vida. Como las palabras, son momentos cortos de sensaciones positivas o negativas. Lo difícil es a dónde nos leva e incluso su significado. Nos lleva a la muerte en el sentido somático y sincrónico del tiempo, en otro sentido, sin dogmatizar, existe una incógnita.

El profesional médico ha perdido perspectivas. Ha abandonado o descuidado el “sabor clínico”. Lo que un día se llamó, “La medicina basada en la evidencia”, ha caído por su propio peso. El exhaustivo uso de medios técnicos, muy costosos, esperando encontrar algo en cualquier exploración, está provocando el declive de la medicina. Lo útil es utilizar un método exploratorio para corroborar el diagnóstico reflexionado. La medicina requiere sensibilidad, no solo es el acto de curar, sino el soporte humano. Es necesario empatizar con el paciente, saber de él, conocerlo, saber su personalidad, actitud social, profundizar en sus pensamientos, todo enfocado a su conocimiento para ver la norma a seguir. Se precisa leer a grandes pensadores, filósofos y humanistas sobre todo.

Una buena preparación es fundamental. Que el paciente salga de la consulta convencido de que se va a curar o incluso salir curado, “efecto placebo”. Esto no está al alcance de cualquier profesional, no todo galeno tiene esa capacidad. Están los curanderos que sin hacer grandes esfuerzos, sólo hablando, “sanan” al paciente.

           La fe es una palabra corta pero con un amplio significado y multitud de interpretaciones. Es una sucesión de “retos”. Conocer lo desconocido, lo que nos mantiene en vigilia. Una vez que lo alcanzamos, nos marcamos otro reto y así de forma continuada. Es un ciclo vital, con diferentes connotaciones.