El 8 de mayo escribí en mi Blog: "Periodismo científico en el ABC", un artículo que no voy de nuevo a detallar. El 10 de mayo, envié al XL Semanal ABC, el mismo artículo modificado y no ha sido publicado. ¿Motivo? No sé. Lo que se puede afirmar es que aún no ha llegado a España la "democracia". Habrá que esperar.

Aquí está el artículo en cuestión:

España y la Ciencia

El martes día 7 de mayo, publica ABC en la Sección de  Cultura un artículo sobre los premios Nobel: “Ciencia y letras”.  Menciona que se han recibido en España ocho, pero me gustaría puntualizar, que han sido siete. Únicamente hemos tenido un premio Nobel científico el de Ramón y Cajal (1906). Severo Ochoa lo logró en 1959, pero tenía la nacionalidad estadounidense  y trabajaba allí con capital norteamericano, por lo que cuenta para aquel país.

Dependemos más de la ciencia y tecnología, y sin embargo, la ciudadanía es poco adicta a ella. Por ejemplo, se puede ver esta diferencia claramente  entre España y Gran Bretaña en relación al número de premios Nobel. En España, en 2006, no tenía ningún premio Nobel en ciencias básicas (Física y Química), en Gran Bretaña tenía 23 en Física y 24 en Química. Notamos cada vez más, el poco aprecio que se tiene por las ciencias, cuando la evolución de un país está fundamentada en ésta disciplina.

Se dice que tanto la ciencia como el periodismo se parecen. No es así exactamente. Ambas son absolutas, admirables, relevantes para el saber de la ciudadanía. Lo más aproximado es que son ingratas, sobre todo en que es complicado lucrarse. No obstante la ciencia es más remunerada.

Aristóteles y Platón fueron  grandes eruditos, pero con pensamientos diferentes. Platón, consideraba que la verdad venía de una reflexión abstracta, mientras que Aristóteles, lo construía  todo desde la observación, “había que divulgar con elementos de persuasión”, por eso la verdad no es sinónimo de convencer, si no va acompañada de razonamiento y estudio, en resumen, ciencia.

Carlos Elías  catedrático del departamento de Periodismo y Comunicación Audiovisual de la Universidad Carlos III de Madrid, lamenta la crisis de la ciencia en  “La razón estrangulada”. “Me interesa explicar lo que son las grandes universidades de élite anglosajonas, porque en España  no existe nada mínimamente parecido. Son grandes y efectivas difusoras de tendencias intelectuales en la sociedad globalizada actual. El que quiere ser alguien en el ámbito académico mundial, tiene que estar en su entorno” señala en su Ensayo.

El CSIC, es el máximo proveedor de las noticias publicadas con  un 48,1%. Las universidades españolas que realizan el 77% de las investigaciones,  apenas salen como fuentes. La conclusión es que, las universidades aún no han aprendido a divulgar la ciencia y se hace notar en el Periodismo Científico y de Comunicación.

Esperemos que si se llega a aprobar la nueva Ley Orgánica de Mejora Educativa (Lomce), tan criticada por la oposición, sea más eficaz que las anteriores y forje un plantel de jóvenes que se  sientan interesados y motivados  por la formación, sobre todo de la Ciencia.