En Andalucía y sobre todo en Sevilla, uno no acaba de sorprenderse de lo que se puede oír o escribir. En el caso al cual me refiero, se trata del anuncio en un bar  sito en Pino Montano, calle Estrella Canopus, que como se ve en la fotografía, no tiene desperdicio. Todo ello, a raíz de las vacaciones.

Los insultos gratuitos, deben tener un castigo ejemplar o una llamada de atención. Espero que el Gobierno andaluz tome cartas en el asunto, si es que puede o quiere.