Ayer leí  en el ABC un artículo alusivo a Casillas, portero del Real Madrid, lo digo porque no todo el mundo conoce a Casillas, aunque venga en la sección de Deportes. Yo lo sé  porque sigo el Madrid desde los ocho años.

Me ha llamado la atención que exprese,  que si no juega regularmente se iría, aunque su deseo es retirarse un su equipo, siempre lo ha dicho. La verdad es que no sé lo que quiere transmitir. Por una parte lo deportivo o por otra lo material, con la que no dejamos pasar “ni una”.

He sentido estas manifestaciones, porque lo he visto siempre ligado a su equipo y a lo que representa, pero la vida es larga y surgen condicionamientos “parenterales”, que transforman nuestros pensamientos. Después nos arrepentimos, pero ya no existe solución en nuestra moral o ética. Hay que tener unos conceptos tan profundos, hoy muy limitados, para poder comprender todo los que nos rodea, con tanta diversidad de perspectivas.

Él, debe reconocer que hay un cancerbero, Diego López, al que llamaron cuando estaba lesionado, que lo está haciendo muy bien. También es humano y parte con las mismas  posibilidades que tiene todo deportista. No se le puede acotar.

El mundo que rodea a esta élite, les impide “ser ellos mismos”. Es un lastre que llevarán siempre y lo más probable es, que no sepan lo que pasa o ha pasado. Pero los medios hablan por ellos y no por los que les aconsejan. Nos enraizamos de nuevo en la formación del español, cada vez más exigua.

 Lo único que le queda al ser humano es la “dignidad” y lo transmitido por todos los medios escritos y audiovisuales, no parece noble. Gracias a su club, Casillas ha demostrado toda su sapiencia futbolística, que es inmejorable,  pero debe pensar en todo lo que ha recibido y saber que detrás de uno viene otro, no somos eternos. Debemos dejar el pedestal con el mejor recuerdo.

Este tema no tiene mucho más que comentar, pero desde el punto de vista de la “Ciencia”, nos damos cuenta que el nivel cultural de España ha decrecido hasta  límites sorprendentes, se ve la poca inteligencia de estas personas que  se creen unos privilegiados.  Pues, “pa chulo yo”.