Ha fallecido uno de los grandes de la comunicación y divulgación científica. Autor de innumerables libros y artículos, contribuyó con su esfuerzo a mantener el ánimo en la lucha por esta disciplina. Es cierto que dependemos de la ciencia y la tecnología, y cada vez la gente se interesa menos por ella.

 Se va perdiendo la vocación científica. No obstante el periodismo, hace una incansable labor para que la sociedad conozca las causas y efectos de la tecnología en todas sus características.

La gente no se preocupa de cómo funciona una lavadora. Aprieta un botón y se produce la maravilla, se pone en marcha. En general, los medios de comunicación no están por la labor de aclarar las causas y los efectos. “La tecnología y el desinterés por las causas y los efectos, provocan que la sociedad no le atraiga la ciencia”, comenta Umberto Eco. El periodista indica el fármaco en una patología y no indica los pasos intermedios. Sólo interesa que cure. De esta forma  no se crea Ciencia, ni se atrae a la sociedad.

Es necesario un mayor contacto con la naturaleza y más apego por lo científico y tecnológico. ¿Dónde nos puede llevar esta falta de aprecio por las ciencias?, lamentan Rees y Filkin.

Para se un buen divulgador y comunicador científico es necesario profundizar en las tecnologías y ahondar en la especialidad de la cual se trate: medicina, física, astrofísica, biología…. No puede ser un “corre, ve y dile”. Se debe estar familiarizado con el tema en cuestión, así como con los tecnicismos.

Periodismo y ciencia son dos conceptos distintos, pero ambos buscan un mismo fin, trasladar a la sociedad todo lo útil y provechoso. El científico utiliza un léxico técnico y tiende a que se le conozca sin utilizar términos literarios. El lenguaje literario es más ambiguo, anticientífico e interesa su aprobación por parte del lector. Por tanto, es necesario que el lenguaje sea fino  y delicado para contactar con el público. Para que llegue a éste  la noticia científica existe el divulgador,  que hace más fácil la terminología científica para que sea comprendida por los usuarios. La ruta es a partir del científico, el que se nutre de las fuentes, que es el lugar en donde se elaboran las noticias. Por tanto, el divulgador es el que  va a beneficiar a estos. “La razón que tiene el periodismo es contarle a la gente lo que le pasa a la gente”, es lo declara Scalfiari.

Al científico no le interesa si funcionan o no las cosas, le interesa las causas. El por qué de las cosas, su misión es profundizar en lo desconocido y saber ese por qué y como se desarrollan. Lo esencial es que sean conocidos y comprendidos por la sociedad.

"La divulgación científica requiere el respeto a la ciencia, de modo que el investigador no pueda sentirse malinterpretado, y respeto al público, en el sentido de no aburrirle y, sobre todo, de hablarle con claridad y sencillez, en su propio lenguaje", dijo Manuel Calvo Hernando. Con esta frase tan profunda termino. He sentido mucho su muerte que por inesperada es siempre esperada.