Manuel Calvo HernandoHoy en día la red informática ha experimentado un aumento en la ciudadanía, lo que ha permitido desarrollar y enriquecer la divulgación al periodismo científico. La viabilidad es inmensa, sin olvidar los fraudes, por lo que es necesario investigar para eliminar este asunto. El manejo de internet se ha generalizado en el mundo mundial en los hombres de ciencia incluida España, algo remisa en un principio.

La flexibilidad horaria, no tener problema de espacio, información inmediata, propicia el incremento de este medio. También es un medio útil para la enseñanza y búsqueda de trabajo para el profesional. El periodismo apoya internet como nuevo canal de comunicación, ya que la  hipertextualidad, multimedia y movilidad, dan más rapidez a la información y a sus fuentes. El hipertexto o hipertextualidad, no aparece con la vía digital, sino anteriormente con la literatura, cuyos libros podían conectarse con informaciones actuales o anteriores.

Otra incógnita es saber quién va a leer la noticia científica y quién la va a saber interpretar o comprender, pues es fundamental haberse movido en este medio ya que el canal de comunicación es distinto. Otro obstáculo, es la poca retribución económica con respecto al periodismo de papel; es un dato a tener en cuenta en esta disciplina, en donde sólo se perciben ingresos por patrocinadores o donaciones, así como la publicidad en blog o página web.

El uso incorrecto del contenido científico, como sucede en otras categorías profesionales, influye en la calidad de los contenidos que hacen que sean poco profundos, aumentando el “copio-pega”. Las amenazas que sufren algunos periodistas científicos por sus comentarios y la crisis de credibilidad, debido a la abundante información, han deteriorado la imagen de los medios más importantes.

La ciudadanía se preocupa cada vez más de estar en contacto con lo científico, es por ello que lo principal para seguir esa unión es saber divulgar, siendo prioritario tener el título de Especialista en Periodismo Científico. Por supuesto, es necesario conocer la red y dominar algún idioma, sobre todo inglés, ya que la mayoría de los trabajos científicos se traducen en esta lengua. Últimamente, el idioma alemán está empezando a emerger.

Se debe liberalizar el acceso a la información para aproximarse más a las distintas fuentes, por lo que no serían esenciales los gabinetes de comunicación en estos casos. Al científico hay que pedirle más que a un periodista, y dado el inmenso número de artículos que se vierten, tendrían que pasar un control de calidad, aspecto bastante complejo.

Los blogs han dado poder al periodismo científico y gracias a él, los periodistas pueden moverse en ediciones online, correo electrónico, chats, foros, publicaciones electrónicas. El periodista español que se engancha a esta aventura digital es autodidacta y, en general, posee conocimientos renovados.

La era digital ha hecho que todo sea más sencillo, barato, sin límites de espacio y con libertad de expresión. En ocasiones, no se debe caer en la atonía de entrar siempre en los portales que más nos “gusta” o hacer el trabajo rutinario, al igual que no saludable estar sentados todo el día delante del ordenador.

Para divulgar lo primero es actuar de forma activa en el entorno, obtener contactos, si es preciso cambiar de trabajo, promover debates públicos, recabar fuentes de ingresos y amparar la labor docente de investigación.

Es importante respetar el código de conducta como en todo estamento oficial, aquí más, sobre todo si se depende de la información. No es igual todo lo que se divulga, pero se debe respetar el código deontológico.

Todo lo que es rutina baja de interés, por lo tanto las exigencias son menores y peor información. Lo mismo ocurre con el protocolo que siguen los médicos en las urgencias de los centros hospitalarios. Se pide según qué patología, una batería de exploraciones complementarias, ya predeterminadas, sin saber lo que hay que buscar. El buen galeno pide las pruebas necesarias porque espera encontrar en ellas la causa de la enfermedad. Lo que se está haciendo, aparte de gastar mucho dinero es: “ver si toca la flauta por casualidad”.

Como conclusión, hacer hincapié en la veracidad y rigor de las noticias digitales del periodista científico, para lo que es necesario disponer de un control de asesoramiento al iniciado en esta ruta, para unir criterios en diversas cuestiones: como pautas a seguir respecto al formato, vigilancia en la ética, valoración del trabajo, y sobre todo, rigor y veracidad, como se ha comentado.

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