La ciencia debe estar en las universidades y debe salir de ellas, en donde está el germen de la sabiduría, por lo cual el científico es pieza indispensable para su divulgación.

¿Por qué siempre el periodismo científico se vuelca con el espacio? ¿Sólo la ciencia es cosmos?, comenta en una entrevista Jhon N. Wilford, periodista científico estadounidense. Hay más preocupación por lo Astrofísico que sirve poco o nada para solucionar el problema de la crisis y nada gratificante para el periodista científico. “Lo ideal es divulgar el Periodismo Científico (PC) creado en el laboratorio y darlo a conocer” explica Wilford.

Todavía  existen periodistas que no se deciden si publicar una noticia o no. Incluso no conocen si la fuente es real. Ante la duda mejor no publicar, aunque según su escuela, señala: “Lo mejor es siempre publicar”, antítesis del rigor, pues lo que prefieren es salir  en los medios. Para ello se muestran claros, ya que obtienen beneficios además del auge.

El científico para divulgar necesita comunicarse y actualmente los medios habituales son: internet, revistas de divulgación científicas y libros, sin olvidar los medios públicos que abastecen a la ciudadanía de primicias informativas sin necesidad del periodista. Lo que ocurre es que existe un camino alternativo para los lectores que pasan del gratuito impreso al gratuito digital y pueden estar dispuestos a pagar unos contenidos que les interese.

El consumidor de noticias utiliza canales alternativos como el móvil, radio matinal  o prensa gratuita, por lo que es necesario abrir nuevas vías para que el PC llegue a las masas. Un ejemplo, el Museo de Ciencias Naturales de Valencia, es una divulgación transversal que habría que explorar.

La sociedad no está preparada para recibir noticias de PC y puede dar lugar  a indiferencia, lo cual es preocupante. Por tanto, hay que plantearse nuevas ideas, como algo original que provoque la atención de la ciudadanía e iconografía inédita, por lo que es relevante la comprensión de lo que se difunda. El transmisor del PC debe conectar la noticia con rigor, sin alarmismo y contrastada con fuentes fiables, obviando el tecnicismo, es decir divulgar.

Las noticias de ciencia que aparecen en distintos periódicos, en la sección de Sociedad o en páginas sin especificar, deben desaparecer y éstas solo deben ocupar el espacio determinado para ellas, ya que de lo contrario lo único que hacen es provocar el desinterés de los lectores. El periodista rastrea fuentes, mientras que el divulgador no las necesita, es un científico técnico en la materia  y que divulga de manera más fácil que llega a la sociedad.

Según Carlos Elías, Profesor de Periodismo de la Universidad Carlos III de Madrid, existen  investigaciones que ratifican la tendencia de los periodistas de “acatar”  todo lo que llega de los gabinetes de prensa. El CSIC, suministra un 48,1% de las noticias publicadas. Este porcentaje no se corresponde con su número de investigadores (4,25%), ni con las investigaciones realizadas (16-20%). El 77% corresponden a universidades españolas, pero sus profesores aún no han encontrado la forma de ser fuentes, no  tienen periodistas científicos capaces de divulgar la ciencia. Sin embargo, los anglosajones, los periodistas buscan sus fuentes entre las universidades situadas en los primeros puestos del ranking.    

La universidad de Sanghai,  elaboró un criterio de calidad de las universidades para ser utilizadas como fuentes, que se va actualizando. Sirvió de referencia  el número de premios Nobel y Medalla Field (Nobel de matemáticas), cantidad de artículos publicados en revistas de calidad (referenciadas en el Science Citation Index), Nature, Science, donde se encuentran las fuentes que debe buscar todo periodista. En el ranking,  las universidades españolas, todas públicas, sólo aparecen nueve y ningunas entre las 100 primeras.

El CSIC, como proveedor de información, con un 48,1%, es la principal fuente de periodismo científico. Después tenemos las OPI (organismos públicos de investigación): Instituto Español de Oceanografía, Instituto de Astrofísica de Canarias, Centro de Investigaciones Energéticas, Medioambientales y Tecnológicas, etc.       Otras  fuentes en las que se debe indagar son: congresos, cursos de veranos, conferencias de divulgación de las universidades y fundaciones, internet y las revistas científicas, entre ellas Science, Nature, The Lancet…

El PC tiene un gran recorrido para demostrar y trasladar a la ciudadanía importantes relatos científicos, con rigor, veracidad y apoyado en fuentes competentes.