¿Qué es el infarto agudo de miocardio?
Se denomina infarto a la falta de riego sanguíneo que se produce en cualquier órgano por la obstrucción o estenosis de una arteria. Cuando esto sucede en el corazón ocasiona el infarto agudo de miocardio (IAM) llamado también ataque cardiaco o paro cardiaco.
Causas
La causa fundamental del IAM es una alteración en las arterias coronarias que son las que llevan la sangre al corazón, bien por obstrucción (placa de ateroma) o por estrechamiento. Cuando la falta de sangre o isquemia no produce daño tisular da origen a la angina de pecho, pero cuando la isquemia se prolonga en el tiempo da lugar a la necrosis o muerte celular, es lo que se denomina IAM.
¿Qué es un ateroma? La placa de ateroma es una acumulación de grasa que se adhiere a la pared de la arteria lo que provoca estrechamiento u obstrucción.
Es la causa de mayor mortalidad mundial tanto en hombres como en mujeres en países desarrollados y la tercera en países subdesarrollados, después del sida e infecciones del tracto respiratorio. La formación de la placa de ateroma se ve favorecida por el aumento del colesterol, la edad, la hipertensión arterial, la obesidad, el abuso del tabaco y alcohol, diabetes, aumento de lipoproteínas, menopausia, el sedentarismo, así como el estrés
No es lo mismo infarto agudo de miocardio que insuficiencia cardíaca, en esta última el corazón sufre un fallo global del músculo cardíaco y no puede hacer llegar la sangre a todo el cuerpo. Se presenta de forma inmediata, aunque en general tiene una larga evolución.
Síntomas
El IAM puede sobrevenir a lo largo del día, pero ocurre preferentemente de madrugada o primeras horas de la mañana que es cuando la adrenalina, hormona secretada por las glándulas suprarrenales, está en el pico más alto del día y contribuye a la ruptura de la placa de ateroma. Es más habitual en personas mayores y diabéticos.
El síntoma principal es el dolor en el pecho que se irradia a hombros, cuello, estómago, espalda, incluso a dientes y mandíbula, aunque es muy variable. Aparece también sudoración, palpitaciones, vómitos, dificultad respiratoria y ansiedad En otras ocasiones cursa de forma asintomática, no existiendo dolor en el pecho.
Pueden presentarse signos más graves como pérdida de conocimiento, shock o la muerte súbita debido a la fibrilación ventricular, motivo por el que en todo centro deportivo se ha incorporado desde hace poco tiempo un desfibrilador. En la mujer la sintomatología es diferente a la del hombre: fatiga, disnea, decaimiento y dolor precordial que es menos intenso que en el hombre.
Factores de riesgo
El principal es la arteriosclerosis cuyo origen está en: la hipertensión arterial, colesterol elevado, antecedentes familiares, diabetes, abuso de tabaco y alcohol, obesidad o estrés. Se puede evitar el IAM llevando una vida saludable y realizando ejercicios físicos hasta donde el cuerpo lo permita. Se ha evidenciado una mayor proporción en mujeres que tomaban pastillas anticonceptivas.
Si el infarto es extenso puede desarrollar una insuficiencia cardíaca, en caso contrario el paciente puede llevar una vida normal con las consiguientes revisiones.
Diagnóstico
La Organización Mundial de la Salud (OMS) basa el diagnóstico en la clínica, además del electrocardiograma y los análisis. En la exploración física suele haber un aumento de la frecuencia respiratoria, palidez de piel, en algunos casos fiebre, así como alteración en la tensión arterial. Si se acompaña de insuficiencia cardíaca aparecen edemas en miembros inferiores.
El electrocardiograma nos revela el diagnóstico definitivo, aunque habrá que repetir varios en los primeros momentos. El dolor torácico súbito es el primer síntoma y el más característico, que se irradia a brazos y hombros, más corriente en el lado izquierdo aunque no sigue una norma general.
En los análisis se detectan alteraciones en los marcadores cardiacos, que son sustancias que aparecen en la sangre cuando existe un daño en el corazón por falta de oxígeno. Estos biomarcadores son: Troponina, Creatin-cinasa (CK), CK-MB, Mioglobina, etc.
Se practican otras exploraciones como la arteriografía o angiografía de las arterias coronarias, estudio mediante isótopos y el cateterismo, utilizado como tratamiento quirúrgico ya que permeabiliza las arterias afectadas. Se emplea igualmente para la colocación de stent. Como se ha mencionado es fundamental la actuación rápida para instaurar el tratamiento de reperfusión, ya que del tiempo transcurrido va a depender el músculo “salvado”.
Es primordial hacer el diagnóstico diferencial con otras patologías como la disección aórtica, tromboembolismo pulmonar, neumotórax, derrame pericárdico, taponamiento cardíaco y desgarro o ruptura del esófago.
Tratamiento
El tratamiento debe ser inmediato, pues a medida que el tiempo transcurre el daño del músculo cardíaco afectado es irrecuperable, “tiempo perdido, músculo perdido”, por lo que por sí mismo no es aconsejable ir al hospital, sino realizar una llamada de auxilio. Cuidar que tenga el cuerpo una posición adecuada para que pueda respirar bien, siendo la mejor medio sentado con las piernas dobladas.
En los primeros instantes es conveniente administrar una aspirina (ácido acetilsalicílico) como antiagregante plaquetario y oxígeno. El manejo de fármacos depende del momento y de la gravedad del IAM, siendo lo prioritario erradicar el dolor mediante analgésicos, incluso si fuese necesario suministrar morfina; dar antiagregantes plaquetarios para evitar la formación de trombos como la aspirina y el clopidogrel. Asimismo, se emplean trombolíticos para disolver el coágulo, betabloqueantes o antagonistas del calcio para disminuir la demanda de oxígeno, estatinas para disminuir el colesterol y por tanto el avance de la arteriosclerosis, etc.
El tratamiento quirúrgico consiste en el cateterismo, ya comentado, y la angioplastia.
En la actualidad se están utilizando células madres que extraen del paciente intervenido y sirve para regenerar el músculo cardíaco afectado. El pronóstico va a depender de la zona donde esté localizado el infarto y de su extensión. Se ha avanzado mucho tanto por la mejora de las terapias médicas, como por la atención urgente con la presencia de ambulancias medicalizadas o UVI-Móvil.
Las complicaciones que con más frecuencia suelen presentarse son las arritmias ventriculares, bloqueos cardíacos, la insuficiencia cardíaca o la muerte por fibrilación ventricular. Para tratar los bloqueos se emplean los marcapasos y en caso de fibrilación los desfibriladores.
Como resumen final, consejos a tener en cuenta: dejar el tabaco, mantener peso corporal adecuado, hacer ejercicios físicos, vigilar la alimentación con limitación de las grasas, bollería, pasteles y helados. Según la patología que se tenga: control de la tensión arterial, glucosa, colesterol, evitar estrés y apoyo con psicoterapia si fuese necesario. Hacer hincapié que ante la presencia de una IAM lo más aconsejable es avisar por teléfono a emergencias y el traslado posterior a un centro hospitalario.