CAZA

Noviembre 2019Mucho se habla de la caza y poco se hace por ella. Cuando salimos al campo,  vemos con tristeza cierto abandono, el coto no se cuida como se merece, y es este uno de los motivos de la disminución de la fauna cinegética, importante para el mantenimiento de la supervivencia de los ecosistemas. Algo se está haciendo mal, pero no queremos ser consciente de ello.

El Gobierno del doctor Sánchez se quiere doctorar en conservar y defender la especie animal, en vez de resolver los muchos problemas inherentes al pueblo español, o sea, la persona humana.

Sus ministros van apareciendo como si se tratara de un film, por secuencias; ahora le ha tocado el turno a la ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, que según parece le gustan los animales vivos. Todo el mundo quiere los animales vivos. ¡No te fastidia! Pero existe la ley de conservación de las especies, que nadie alude, que es el mantenimiento del subsistir de todos los animales, racionales e irracionales. 

Ya inmersos en la presente temporada de caza y como sucede, casi todos los años, aparece la sorpresa, que para no desentonar, es negativa. Esta actividad a medio proteger, no ya con el hombre, en este caso cazador, que se encuentra completamente indefenso, además de asediado de órdenes administrativas. Hasta la saciedad. Hay que cumplirlas y además pagar impuestos cada vez más abusivos.

Es una gallinácea, con  pico y patas de color rojo y en la cabeza luce un anillo ocular rojo y una banda de color negro, que se extiende del cuello a la zona del ojo. Tiene el pecho azulado. En su zona dorsal de color pardo, le ayuda a ocultarse en el suelo. Su vuelo es poderoso y veloz, estando en el suelo hasta que el peligro es inminente. Sale agitando las alas, sin elevarse mucho del suelo, debido a su peso, y se desplaza hasta un máximoo de cien metros, siempre buscando un lugar protegido.

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Debido al pequeño tamaño de estos pajaros, los que se inician en la caza tienen dificultad para diferenciarlos cuando se encuentran volando con otras especies como alondras, estorninos, trigueros, incluso gorriones. Es un ave cautelosa e inteligente, por lo que nunca pondrá su vida en riesgo cuando capte la más mínima señal de peligro, como es le movimiento de los cazadores. Siempre que veamos un ave de caza lo principal es la inmovilidad.

Se empezó a cazar zorzales en Francia e Italia, donde esta pequeña ave causa auténtica sensación. En estos países la caza de zorzales es sinónimo de caza en puestos, y en nuestro país,  también hemos heredado esta modalidad.

Se trata de aprovechar el paso de las aves desde el dormidero al comedero o a la inversa; puesto que si es a primeras horas del día el ave se moverá del dormidero al comedero, lo hará al contrario al atardecer.

Cada vez es más difíciil encontrar los zorzales, bien por los cambios climatológicos, como por la escasez de alimentos, así como por el aumento del número de cazadores.