Artículo de Opinión

RNE en lo que se refiere a la disciplina deportiva, ha ido amoldándose a los nuevos tiempos de una forma cada vez más radical con lo que siempre ha sido: “ejemplo de  imparcialidad". Ha ido desapareciendo conforme ha ido avanzando en el tiempo y se nota, porque el  índice de audiencia va en disminución. Los españoles de a pié perciben enseguida “las preferencias” de esta cadena¸ tan añorada en otros tiempos, sobre todo de   “Radiogaceta de los deportes” cuyo director es Chema Abad.

En España, tanto los trabajadores de empresas privadas como los empleados públicos,  han involucionado a indolente o apático, palabras en desuso pero muy vigentes en la actualidad, tal vez,  no bien entendidas y a veces desprestigiadas por algunos, ya que pueden ser ofensivas, pero lejos de la realidad es una palabra llana, natural, que viene a corroborar la crisis de la que estamos escapando en nuestro país.

En el artículo de la redacción del periódico ABC de Sevilla: “Ataque injustificado a ABC de Sevilla”, del martes día 20 de febrero, comentan que han sido “atacados” por algunos, se dice representantes del PP andaluz, por no estar satisfecho con la encuesta hecha por una empresa de “acreditado prestigio”, en  donde el PP estaría en tercer lugar. No obstante, cuesta trabajo aceptarlo, si saben sus nombres lo deben manifestar, si no,  tiene poca fiabilidad. Pero es poco sensato, el agravio de un periodista a un partido político porque haya expresado su opinión.

Un episodio más de la poca seriedad del Servicio Andaluz de Salud (SAS) con los médicos pediatras y de atención primaria, que tienen que actuar, sin querer, con negligencia y que provocan más gastos económicos, que tratan de ahorrar con la no contratación de más sanitarios. 

Como en España existen tantos expertos, según  ellos, hay  que saber actuar en cada momento o circunstancias. Cuando vienen las borrascas o tormentas, de agua o de nieve, se avisa hasta la extenuación y el aburrimiento por todos los medios informativos leídos o audiovisuales. Se puede decir, que en la televisión nos bombardean sin temor a equivocarnos.  Sin embargo, la ciudadanía hace caso omiso y se pone en carretera por vías más cómodas, como son las de peaje, lógico, pero en  este caso la AP-6 era  poco accesible por la cantidad de vehículos que circulaban, ya que no se buscaban vías alternativas.

 Hace unos días escribí “algo” sobre Piqué. Exterioricé lo que pensaba y es que es se trata de una persona sibilina, ambigua, confusa, que se iguala a la acción que desarrolla, digo esta frase, porque  se pierde en el tiempo. Puigdemont, como se está percibiendo, es persona  de poco fiar, oscura y si no,  “tiempo al tiempo”.

Su altanería ante los catalanes y España en general, se ha visto ensombrecida por la acción que ha tomado al ausentarse de nuestro país. Todo esto viene al vínculo en la relación que escribí sobre Piqué y de su cobardía, que se enraíza con la misma que ha exhibido el expresidente de la Generalitat, con la actitud arcaica de salir y abandonar a los “millones” de catalanes que le subieron al pedestal de la ironía y ridiculez.

Hace unos días leí en el periódico ABC de Sevilla una noticia, publicada seguramente por un periodista bisoño y que aún no se sabe manejar con las palabras adecuadas para cada ocasión. Lo excepcional del caso es que su superior, que debe dar el visto bueno,  no lo haya subsanado.

La noticia era la siguiente: “Mayores de 70 años. Cuatro ancianos ingresados en el hospital al chocar dos vehículos”. La edad de estos "ancianos" oscilaba entre los 70 y 73 años. En la época que vivimos llamar ancianos a estas personas, creo que por la edad, tiene poco sentido,  además de herir sentimientos.

Tanto Pedro Sánchez como Pablo Iglesias piensan tener los apoyos suficientes para “echar” al PP del Gobierno de España, motivo, la corrupción, que es el estandarte que ondean en todos sus mítines. Lo que Sánchez no ha conseguido en las urnas lo quiere conseguir a través de la justicia. Ha perdido las elecciones y está en una debacle mental.

Lo españoles tienen que pensar, muy mucho, que si llega a la Moncloa estaremos en manos de un radical obseso por el Poder. Aún no ha mostrado sus credenciales, ni transmite nada a la ciudadanía; no ha dicho nada que invite a su candidatura, pero en lo que si existe acuerdo es que únicamente modificará su programa social, el menos significativo para salir de la crisis.

Estar unos días sin ver la TV ni leer la prensa escrita, es decir, sin nadie que te amargue la existencia, es preceptivo en ocasiones. No obstante, se percibe lo suficiente para darnos cuenta de que estamos inmersos en “El gran teatro del mundo”, en donde cada cual tiene anhelo por algo o hace de su vida un patrimonio según sus necesidades. Igualmente, se engancha a la picaresca poniéndose el mundo por montera.

Hay que analizar el comportamiento del periodismo según qué acontecimiento. Si se les sigue durante un cierto periodo de tiempo, cualquier persona avezada, observa su parcialidad. Todo se valora según sea rentable publicar o divulgar, por prensa escrita o medios audiovisuales, e incluso dependiendo del sentido ideológico. Esta profesión debe atender la demanda de información de la sociedad de todas las ideas políticas, ya que tienen a su alcance material suficiente para cumplir estos objetivos, con propuestas culturales e innovadoras para el desarrollo de nuestro país.

Manuel Calvo HernandoHoy en día la red informática ha experimentado un aumento en la ciudadanía, lo que ha permitido desarrollar y enriquecer la divulgación al periodismo científico. La viabilidad es inmensa, sin olvidar los fraudes, por lo que es necesario investigar para eliminar este asunto. El manejo de internet se ha generalizado en el mundo mundial en los hombres de ciencia incluida España, algo remisa en un principio.

La flexibilidad horaria, no tener problema de espacio, información inmediata, propicia el incremento de este medio. También es un medio útil para la enseñanza y búsqueda de trabajo para el profesional. El periodismo apoya internet como nuevo canal de comunicación, ya que la  hipertextualidad, multimedia y movilidad, dan más rapidez a la información y a sus fuentes. El hipertexto o hipertextualidad, no aparece con la vía digital, sino anteriormente con la literatura, cuyos libros podían conectarse con informaciones actuales o anteriores.

Pedro Sánchez “El Empecinado”, nada tiene que ver con Juan Martín Díez, "el empecinado", militar español de la Guerra de la Independencia, que derrotó en varias ocasiones a las tropas de Napoleón. El comentario es por lo testarudo, necio, irreflexivo, obcecado y, sobre todo, insensato de Sánchez.

“Los españoles estamos mal visto”, me comenta un amigo que ha estado en Londres.  Ha estado perfeccionando el inglés, y el único trabajo lo ha conseguido en Hostelería,  a pesar de tener dos carreras universitarias.  “Ellos  ven que no perdemos calidad de vida. Los centros de ocios llenos, así como bares, restaurantes, y ahora que estamos de vacaciones, podemos ver playas a rebosar. ¿Dónde está la pobreza?”, matiza Fran, mi amigo.

En España todavía no existe “algo” que nos una y sí muchas cosas, insustanciales, que nos divide: bandera, himno, religión, tradición… La movilidad de las fiestas, como el Corpus Christi, es un ejemplo, que del jueves se pasa al domingo siguiente en infinidad de lugares. Qué más da, si no se obtiene beneficio alguno. Lo relevante es el acto en sí.

¿Cómo se puede tener un presidente que nos gobierne? Imposible. Cada persona, en este caso español, piensa diferente, como es lógico. Pero existe algo que nos separa, y es la formación o educación, que se asume desde el “pueblo”. Sí. He puesto “pueblo”, porque hace tiempo que se han olvidado las raíces profundas de donde partimos todos.

La corrupción atormenta a todos los españoles.  Estamos en un momento grave del país, por los nulos resultados positivos de la gestión de los políticos. Se enzarzan en una lucha entre ellos, seguramente para expresar quién son los menos corruptos. El PP ha cometido los suficientes para que se lo recriminen sus contrarios, pero hay que decir: “el que esté libre de pecado, tire la primea piedra”.

En el periodismo  se objetivan algunos comentaristas, pocos en general, que no son  válidos y que son de  poca utilidad para la  profesión,  que se mueven de acuerdo con las prestaciones que le son ofertadas.

En reiteradas ocasiones escucho en “Las mañanas de RNE”, a Cristina Luna que más que opinar, parece “un gallo de pelea”, bueno en este caso una gallina. No es capaz de establecer un diálogo, carece de rigor y veracidad,  y sobre todo, cuando contesta,  parece enfadada, como no podría ser de otra manera, estando en desacuerdo con cualquier opinión del contertulio de turno. Todo esto  se está constatando en los tiempos políticos que estamos viviendo. Estas personas dejan en mal lugar al periodismo.